MINDFULNESS PARA ABOGADOS (PARA UNA VIDA SIN ESTRES) – Dr. Hugo Oscar D´Ubaldo

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Hugo Oscar D'UbaldoHugo Oscar D ´  ´Ubaldo es Doctor en Psicología Social, Decano, Director y Profesor de varias Universidades nacionales y privadas en Argentina y autor de la obra El Estoicismo y la Felicidad en la Práctica Legal (2024)  

Mail: hugodubaldo@gmail.com

Introducción:

El Mindfulness, cuya traducción a nuestro lenguaje cotidiano podría ser Atención Plena, es una práctica muy popular que se utiliza para reducir el estrés, entre otros beneficios.

Es una actividad de preparación física y mental que surge de las enseñanzas de Buda y sirve para eliminar el estrés y para combatir -sin tener que medicarse- otros enemigos de la felicidad que atentan contra la calidad de vida profesional y personal de las personas, impidiéndoles disfrutar de una vida feliz y en plenitud.

El estrés y los profesionales del Derecho

Abogadas y abogados pueden lograr el autocontrol, la atención plena y un mejor nivel de conciencia sobre si mismos utilizando esta técnica que en Occidente se originó de la mano de Jon Kabat-Zinn, un médico que en la década de los 60 estudió meditación budista en la India. Al volver a Estados Unidos, fundó un programa de reducción del estrés, que utilizaba las técnicas de la meditación budista y lo llamó mindfulness.

El Estrés puede llegar a ser el principal enemigo de nuestro bienestar y con ello afectar nuestra vida, tanto personal como laboral. Es de destacar que un poco de estrés es bueno y existe y se lo conoce como estrés positivo (eustrés).

Tomado como positivo, puede ser motivador y energizante, impulsando a la persona a enfrentar los desafíos y superar obstáculos.

P.E si un abogado debe hacer una presentación oral en estrados judiciales, el estrés lo puede ayudar a estar más concentrado y mejor enfocado en su labor. Estamos frente a un estrés positivo.

Si ante esta misma situación, el propio profesional se siente abrumado o amenazado o simplemente la percibe como fuera de su control, estaríamos ante un estrés negativo (distrés). En palabras del Dr. Daniel López Rosetti … “El estrés hasta cierto punto es normal, es como el azúcar en sangre, no puede no haber azúcar en sangre, pero mucha es diabetes; con el estrés pasa lo mismo, un nivel está bien porque sino no te defendés en la vida, no das bien un examen. Tenes que tener un nivel de activación mental, por encima de ese nivel aparece el síndrome del estrés… Cuando te das cuenta de que estas estresado, cuando sufrís y la pasas mal y cuando tenes síntomas…”

Es por ello que, apreciada abogada o abogado, si estas leyendo este artículo, te preguntarás como saber a ciencia cierta si lo que sientes es bueno o es malo o donde están los límites para entender lo que te pasa.

Las fases son las que se exponen a continuación en el siguiente cuadro sinóptico:

FUENTE: Fases del Estrés. Fuente Dr. Seyle. «Las fases del estrés».

Para ilustrar y comprender mejor estas etapas imaginemos el siguiente caso hipotético, que he publicado en mi obra “El Estoicismo y la Felicidad en la Práctica Legal”, editado en Agosto 2024, Editorial Algoritmo y Ediciones DyD:

Luciana, una abogada joven, trabaja en un importante departamento de Legales en una Multinacional en Argentina.

Su jefe le ha asignado un caso importante con un plazo ajustado, y además está afrontando problemas personales acuciantes – su esposo está atravesando una enfermedad degenerativa que lo tiene postrado gran parte de su tiempo- y también dificultades financieras debido a deudas acumuladas por esta enfermedad y porque su marido que es profesional independiente no está pudiendo trabajar. A esto se suma una cierta incomodidad emocional adicional pues su jefe la presiona y acosa laboralmente.  

Nuestra profesional del caso comienza a experimentar la fase de alarma cuando se enfrenta a múltiples demandas estresantes. Su cuerpo activa la respuesta de «lucha o huida», y experimenta un aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, incremento en la respiración y dificultad para dormir pues comienza a tener pesadillas y despertares súbitos con pensamientos emocionales complejos.

Durante esta fase, Luciana vive en estado de alerta permanente, intentando poner el cuerpo a todas las demandas que enfrenta.

A medida que transcurre el tiempo y las demandas estresantes se incrementan, Luciana entra en la fase de resistencia. Aunque sigue experimentando estrés, su cuerpo intenta adaptarse a la situación intentando resistirla y superarla: hace ejercicio con frecuencia, practica técnicas de relajación para dormir y cuando se siente muy presionada y ha buscado apoyo emocional en su madre y una amiga de la infancia. Los síntomas de estrés aún siguen presentes y Luciana está cansada la mayor parte del tiempo, no consigue tener un adecuado ritmo laboral y se enoja por cualquier cosa, es la fase de agotamiento.

Si bien Luciana ha intentado resistir el estrés mediante ejercicio y técnicas de relajación para intentar dormir, no ha podido acotar las situaciones estresantes que enfrenta y su sistema inmunológico más los pensamientos negativos la dominan y la conducen al agotamiento,  fase en la que aparecen los síntomas graves y muy graves que provoca el estrés: dolores crónicos de cabeza, problemas musculares y gastrointestinales, agotamiento límite, ya no desea levantarse por la mañana pues se siente sin fuerzas- no quiere concurrir a su trabajo y le cuesta muchísimo atender y contener a su esposo

La Práctica del Mindfulness

El mindfulness es una técnica de meditación que busca entrenar la mente para centrar la atención y redireccionar los pensamientos; si nuestra abogada del caso al sentir los primeros síntomas de agobio hubiera utilizado esta práctica es muy posible que hubiera podido evitar las circunstancias negativas físicas y psicológicas de la etapa del agotamiento.

El Mindfulness puedes practicarlo en tu casa o en tu oficina si lo deseas, en cualquier momento del día siguiendo 5 sencillos pasos que tienen que ver con el lugar elegido, la posición del cuerpo, la respiración, la introspección y el poner el foco en las experiencias vividas.

Existen muchas prácticas relacionadas con esta técnica; esta es una sencilla para poder entender sus beneficios.

Primer paso: Ubicar un lugar tranquilo, con poco ruido y mucha paz

El lugar debe tener un espacio privado y suficiente para facilitar la concentración que te permita meditar. Debes quitar todo aquello que te pueda provocar distracciones o ruidos que corten la atención necesaria (celular, radio, computadora encendida, relojes, etc.). Si es posible, un lugar con vegetación nos permitirá una concentración y una respiración de mejor calidad.

Los estoicos recomiendan vivir de acuerdo con la naturaleza.

Segundo paso: Mantener la espalda recta.

La mejor posición es la del loto; así lo hacen los monjes budistas.

Pero, para comenzar no es necesario este criterio. Les aconsejo sentarse en una silla cómoda y mantener la espalda en posición recta; esta posición evitará tensiones musculares que puedan llevarte a interrumpir la práctica.

Tercer paso: Controlar la respiración

Lo que sigue es hacer ejercicios de respiración que te servirán para desconectarte del mundo exterior. Te harán salir por un momento de los problemas de los casos, la mala sangre con algunos clientes, la pelea de anoche con tu esposa/esposo, la angustia por tu hijo mayor que no se encarrila según tu criterio, etc.

Estos ejercicios te ayudarán a oxigenar el cuerpo y relajarlo. Debes practicar respiraciones hondas y pausadas. Podemos poner un poco de música suave o relajante o estar en silencio.

Un ejercicio de respiración que puedes practicar es:

En posición sentado con la espalda recta coloca una mano sobre tu pecho, a la altura de tu corazón, y otra sobre tu vientre.

Cierra los ojos y empieza a inspirar por tu nariz, tratando de llevar el aire hacia tu vientre, sintiendo cómo este se hincha (respiración diafragmática).

Una vez tu vientre se ha hinchado, acaba de llenarte ampliando la capacidad hacia tu pecho también. Hazlo despacio, contando los segundos, aguanta durante 2 segundos la respiración,

Comienza a expirar por la boca lentamente durante los mismos segundos que tardaste en inspirar.

Luego, se puede repetir el ejercicio inspirando y expirando por la nariz.

Este proceso debe durar unos minutos

Cuarto Paso: Concentrarse y concientizarse en lo que pasa en el cuerpo

Con los ojos cerrados nos enfocamos en las pequeñas cosas que suceden en nuestro cuerpo, comenzando desde nuestros pies, rodillas, cadera, abdomen, pecho, el corazón y nuestra mente, sintiendo como la respiración inunda los pulmones.

Esto se realiza para gestionar el foco atencional, logrando centrarlo en estímulos pequeños y sencillos, sin que nada interrumpa tu atención.

Es importante destacar que tanto en la respiración controlada como en la exploración de lo que pasa en nuestro cuerpo, pueden aparecer pensamientos que habitualmente nos molestan y perturban. Debemos observarlos sin emitir juicio sobre los mismos mientras continuamos con nuestra respiración.

Quinto paso: Ampliar el foco y controlar nuevamente la respiración para terminar la práctica correctamente.

Los estímulos corporales pueden dar paso a enfocarnos en nuestras experiencias vitales.

La intención es que puedas dedicar tu atención a las experiencias o hechos que te han afectado, positiva o negativamente hasta ese momento. No debemos juzgarlas, solo describirlas, aceptarlas, sentir y hacerte consciente de que tales experiencias son parte de una realidad.

Volvemos ahí a la respiración controlada con inspiraciones y expiraciones profundas y luego más suaves para terminar la práctica.

Conclusión

La práctica jurídica, con su alta presión, plazos estrictos y constante necesidad de tomar decisiones cruciales, puede derivar en niveles elevados de estrés, agotamiento emocional e incluso burnout profesional.

En este escenario, el mindfulness se presenta como una herramienta efectiva, no solo para gestionar el estrés, sino también para incrementar la productividad, mejorar la calidad de vida personal y equilibrar esta con la vida profesional.

El mindfulness, como técnica de atención plena, ayuda a los abogados a estar más presentes, manejar mejor sus emociones y adoptar una visión más equilibrada frente a los retos. En lugar de reaccionar impulsivamente ante situaciones difíciles, quienes practican mindfulness logran responder de forma más consciente, lo que optimiza tanto la toma de decisiones como la interacción con clientes y colegas.

Desde un enfoque personal, practicar mindfulness también contribuye al bienestar emocional, ya que alivia la ansiedad y el estrés continuo. De esta manera, los abogados pueden lograr un balance más saludable entre su vida profesional y personal, preservando su salud mental a largo plazo.

Citar: www.grupoprofessional.com.ar/blog/  – GP02102024MARKAR

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